EL ARCA DE NOÉ

La historia del Arca de Noé pertenece a los capítulos 6 al 9 del Génesis (el primer libro de la Biblia).

Comienza con que Dios, veía que los hombres que había creado se portaban mal y se enfadó mucho, así que decidió inundar la tierra y destruir todo ser viviente. Sin embargo, se dio cuenta de que existía un hombre muy bueno que se llamaba Noé y decidió que sería él junto con su familia los que se salvarían.

Dios le dijo a Noé ( que significa “consuelo” en hebreo) que construyera un arca gigantesca, y llevara con él a su esposa, a sus hijos Sem, Cam y Jafet, y las esposas de éstos. También, tenía que salvar a una pareja de cada una de las especies de animales que existían sobre la tierra, macho y hembra, y para suministrarles alimentos, le dijo que tomara y almacenara la comida necesaria. Las parejas de animales deberían estar dentro del arca antes de que comenzara a llover. Cuando todas estuvieron dentro Noé cerró la puerta. Llovió sin parar durante cuarenta días y cuarenta noches inundándose toda la tierra.

Después de cierto tiempo Dios se acordó de la familia de Noé e hizo que las aguas comenzaran a decrecer de la faz de la tierra, no obstante Noé espero aún más, y cuando su paciencia se iba agotando, destapó la cubierta del arca, y envió un cuervo para averiguar si el agua ya se había retirado completamente, el cuervo daba vueltas por todas partes y no hallando lugar donde posarse, regresó al arca.

Pero Noé no se daba por vencido, así que envió una paloma, la cual volvió al arca, al igual que el cuervo.

Siete días después Noé volvió a enviar la paloma, el ave regresó con una ramita de olivo en el pico. Noé entendió que el proceso de retirada de aguas de la tierra estaba avanzando.

Después de otros siete días el Noé volvió a enviar la paloma, que no regresó.

Aunque tenían ganas de abandonar el arca, Noé y su familia esperaron un mes más, hasta que que el Señor les ordenó salir.

Por la fe de Noé, Dios hizo un pacto de que nuinca mas volvería a haber un diluvio, y colocó un arco iris en el cielo como señal de ese pacto.