EVA, LA PRIMERA MUJER
Dios tomó barro del suelo y con el moldeó la forma de un
hombre. Después respiró suavemente sobre aquella figura y los ojos del hombre
se abrieron y comenzó a respirar. Dios había dado vida al primer ser humano, al
que le llamó Adán. Dios lo había creado a su imagen y semejanza para que
estuviera con él y cuidara de todo lo creado.
Dios creó un hermoso jardín para que Adán viviera allí, el
jardín del Edén. El jardín, estaba lleno de cosas maravillosas, flores,
árboles, arroyos, pájaros y todas las clases de animales, pero había algo que
no estaba completo en la creación de Dios, aunque Adán estaba lleno de animales
nadie era igual a él así que Dios decidió crear una compañera para Adán, alguien
con quien compartir su vida.
Esa noche, mientras que Adán dormía, Dios tomó una costilla
del costado de Adán e hizo una mujer. Cuando Adán despertó encontró a Eva a su
lado. Adán estaba feliz, nunca más estaría solo.
Dios les habló a Adán y a Eva del trabajo que tendrían que
hacer, los bendijo y les dijo: Podéis comer de todo lo que produzca el jardín,
pero por favor nunca debéis probar el fruto del árbol del medio del jardín. Ese
es el árbol del conocimiento del bien y del mal. El día que comáis de ese árbol
moriréis.
Un día Eva estaba paseando por el jardín cuando escuchó una
voz detrás de ella. " Eva, ¿te ha dicho Dios que no puedes comer el fruto
de los árboles del jardín?" preguntó suavemente la voz. Eva se dio la
vuelta y vio una serpiente hablando con ella. "Noo, Dios nos ha dicho que
podemos comer todo fruto del jardín, excepto el del árbol del medio del jardín",
dijo Eva a la serpiente. "¡Qué tontería más grande! No creo que una fruta
tan hermosa pueda hacer daño," mintió la serpiente. "Dios sabe que si
comes de ese árbol te harás tan sabia como Dios“
Eva miró la fruta, ¡se veía tan sabrosa!. Pensó lo
maravilloso que sería ser tan poderosa como Dios. Recordó las palabras de la
serpiente y comió el fruto. Aquel fruto estaba tan rico que corrió a buscar a
Adán para compartirlo con él. Adán dudó pero Eva insistió así que finalmente
Adán también probó de ese fruto.
Después de comer del fruto prohibido Adán y Eva comenzaron a
sentirse mal. De repente empezaron a sentirse culpables por lo que habían hecho,
un cambio vino sobre Adán y Eva, se vieron desnudos u buscaron hojas de árbol
para taparse. Ambos se volvieron infelices y temerosos de Dios.
Eva vino al mundo en perfecta relación con Dios y con su
marido Adán, la otra persona que habitaba en la tierra. Vivió en el paraíso, en
el lugar perfecto. Nunca supo lo que era sentir vergüenza, el conflicto, el
dolor, los desacuerdos, la envidia, la amargura, el luto ni la culpa hasta que
escuchó a su enemigo y comenzó a dudar de Dios.
Adán y Eva escucharon a Dios llamándolos. Debido a su temor
se escondieron, pero Dios sabía dónde estaban. Cuando Dios les preguntó si
habían comido del árbol del conocimiento del bien y del mal que Dios les había
dicho que no tocaran, se acusaron uno al otro por sus pecados. Fue Eva, dijo
Adán, fue la serpiente, dijo Eva…
Dios estaba triste porque Adán y Eva habían desobedecido. Les
dijo que tenían que dejar el Jardín del Edén, "A partir de ahora tendréis
que ganaros la vida trabajando. Necesitarás hacer ropa, cazar, cultivar... Nada
será fácil, ni siquiera el parto. Y un día, morirás."
Dios no quería decir que Adán y Eva caerían muertos en el
momento en que comieran el fruto del árbol. Él quiso decir que con el tiempo
morirían.
Adán y Eva comprendieron de inmediato lo que anteriormente
no habían entendido; sus ojos se abrieron para descubrir tanto el bien como el
mal. Sin embargo, Dios no había mentido; la muerte vino como resultado de la
desobediencia de Adán y Eva.
La muerte vino a toda la raza humana como resultado del
engaño de la serpiente a Eva y del pecado de Adán.
PARA LOS MAYORES A PARTIR DE LOS 12 AÑOS
Eva y todas sus descendientes recibieron dos maldiciones
específicas.
1-
Dios multiplicaría el dolor en el embarazo.
2-
Dios declaró que la relación entre el hombre y
la mujer se caracterizaría por el conflicto (Génesis 3:16). El hombre te
gobernará tendrá dominio sobre ti, se enseñoreará de ti. Y así continua hasta
hoy.
Estas dos maldiciones han demostrado ser verdad en la vida de las mujeres a lo largo de los siglos hasta la actualidad. No importa cuántos avances médicos haya para el parto, la procreación siempre es dolorosa y estresante para las mujeres.
Y
a pesar de que la sociedad ha avanzado en cuanto a los derechos de las mujeres,
todavía queda mucho por la verdadera igualdad.
Jesús por su muerte puso fin a toda
maldición
Adán y Eva
fallaron, pecaron. Nosotros heredamos el pecado y la muerte del viejo Adán.
"Por tanto, tal como el pecado entró en el mundo por un hombre, y la
muerte por el pecado, así también la muerte se extendió a todos los hombres,
porque todos pecaron...." (Romanos 5:12; cf. 1 Cor. 15:22).
Por su muerte
Cristo llevó la maldición de la caída. Cristo pagó "la paga del
pecado" en su totalidad como nuestro sustituto. Jesús cargo todas las
consecuencias del pecado de Adán. Él se hizo maldición "por nosotros"
(Gálatas 3:13), y murió en nuestro lugar (Mateo 27:46).
"Porque
si por la transgresión de uno, por éste reinó la muerte, mucho más reinarán en
vida por medio de uno, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y
del don de la justicia" (Rom. 5:17).
(Rom. 5:19).
Jesús se hizo "obediente hasta la muerte, incluso la muerte en la
cruz."
El primer
Adán trajo la muerte; el Último Adán trajo la vida eterna.
El primer
Adán trajo la condenación; el Último Adán trajo la justificación.
El último Adán invirtió los efectos de la Caída. “Donde el pecado abundó, la gracia se hizo mucho más abundante."
ACTIVIDADES INTERACTIVAS ADÁN Y EVA
https://es.liveworksheets.com/te1536048yf
https://es.liveworksheets.com/tr1339787st
https://es.liveworksheets.com/nq1226917jg
https://es.liveworksheets.com/ml1227166ts
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